domingo, 10 de noviembre de 2013

Errores que cometes al ejercitar los musculos

Querer obtener resultados de una forma inmediata. Los resultados se consiguen en base de tiempo y mucha constancia en los entrenamientos. Si espera ver cambios en unos pocos días o incluso en una o dos semanas está equivocada y se va a desmotivar. Si entrena de forma adecuada, empezará a tener resultados al cabo de un mes. Pero hasta las 8 o 12 semanas, los cambios no serán verdaderamente visibles y significativos.

No tener el trabajo planificado en busca de objetivos. Cuántas veces acude al gimnasio sin saber lo que va a hacer e improvisa: un poco de eso y un poco de lo otro. Es importante tener un programa preestablecido en el que se tenga en cuenta un trabajo global y mentalizarse todos los días para la sesión que se va a realizar: si trabaja los abdominales concentrese exclusivamente en ese trabajo.

Usar pesas demasiado ligeras. Cuando se realiza un entrenamiento de tonificación, las mujeres tienden a hacer los ejercicios con pesas de muy pocos kilos. A menudo se pueden ver en el gimnasio chicas haciendo ejercicios con pesas de 1,5 kilos leyendo una revista. No les sirve para nada. Si no le plantea un desafío a su cuerpo, el entrenamiento no resulta eficaz. Para obtener resultados satisfactorios necesita poner a prueba sus músculos. Si lo que quiere es ganar tono y endurecer, pero no quiere ganar volumen, necesitas realizar un número alto de repeticiones en cada ejercicio (de 15 a 20 por serie). Para que el resultado sea satisfactorio, las últimas repeticiones debe hacerlas “sudando tinta”.

Ni calentar ni enfriar El 20 por ciento de las lesiones que ocurren en personas que se ejercitan son debidas a la falta de calentamiento y de estiramiento antes y después de las rutinas. Las estructuras más afectadas son los músculos, los tendones y los ligamentos. Dedique mínimo el 10 por ciento del tiempo de la rutina a calentar; por ejemplo: si el tiempo del ejercicio pleno es de una hora, el calentamiento será de seis minutos. Del mismo modo, al terminar haga estiramientos de las estructuras utilizadas, por un periodo de tiempo igual.

Entrenar después de comer o con el estómago vacío Después de comer, el cuerpo dirige una mayor cantidad de sangre al sistema digestivo; esto merma el rendimiento de los músculos y otras estructuras y puede, incluso, generar un colapso circulatorio, que se manifiesta con malestar y mareos. Nunca haga ejercicio inmediatamente después de comer en forma abundante (deje pasar dos horas después de la última comida copiosa) y tampoco con el estómago vacío. Si tiene mucha hambre tome algo ligero (un poco de pan con queso para untar o un banano) 15 minutos antes de entrenar. Esto mantiene los niveles de azúcar en la sangre, por su contenido de almidón, y de glucosa, que es de fácil digestión. Si quiere comer después de ejercitarse, lo ideal es hacerlo dentro de la primera o segunda hora.

Dolor como límite Por cuenta de la falsa creencia de que el buen ejercicio debe doler, son muchas las lesiones que se producen. El dolor es una señal inequívoca de que la capacidad del cuerpo ha sido sobrepasada. Si siente dolor, pare de inmediato. Haga una pausa, baje la intensidad o disminuya la carga. Si el problema sigue, revise la técnica que está aplicando. OJO... Aca estamos hablando de Dolores Musculares, no de Fatiga Muscular.

De vez en cuando No hay manera de que el ejercicio sea efectivo si no se practica con regularidad. Lo recomendable es por lo menos una hora de ejercicio, en condiciones aeróbicas (nadar, trotar, patinar), tres veces a la semana. Es importante tomarse el tiempo para hacerlo bien, controlando la frecuencia cardiaca. Recuerde: no esperar resultados de la noche a la mañana, no entrenar músculos lesionados, no ejercitarse descalzo o sin medias, no entrenar si está trasnochado.

Ropa inadecuada Ponerse prendas ceñidas dificulta el retorno venoso y el uso de calzado inadecuado puede incrementar daños en músculos y articulaciones. Use ropa holgada de materiales que permitan la transpiración; las mujeres deben proteger el pecho con brasieres deportivos. Aunque el calzado debe ajustarse al tipo de ejercicio, siempre hay que buscar uno con capacidad para absorber impactos.

Por obligación Muchos se ejercitan por moda, porque el médico lo recomienda o porque sienten la presión de verse mejor o más delgados; esto desemboca en prácticas inadecuadas y rápido abandono. Escoja una actividad sencilla que le sea placentera, como caminar o bailar. Si no está decidido a ir a un gimnasio, no se inscriba y tampoco compre ropa deportiva que no usará.

La misma rutina Hacer la misma rutina siempre hace que el cuerpo se adapte poco a poco a su práctica; cuando eso ocurre, el ejercicio deja de ser efectivo. No repita la misma actividad antes de tres días y prefiera un día ejercitar la parte alta del cuerpo y al día siguiente la inferior. Les dará tiempo a las estructuras ejercitadas de recuperarse, evitará el abuso y hará más efectivo el ejercicio.

Antes de ir a dormir El ejercicio físico actúa como un estimulante para el sistema nervioso central, lo que promueve el insomnio. Prefiera ejercitarse en la mañana temprano; sirve como activador, además las estructuras están relajadas y descansadas.
Si prefiere la noche, hágalo suavemente y deje pasar una hora como mínimo antes de ir a la cama. También evite hacerlo en las horas más cálidas del día.

No hidratarse Durante el ejercicio, cerca del 75 por ciento de la energía se disipa en forma de calor y gracias al sudor. Empiece a hidratarse 15 minutos antes de la práctica y durante ella hágalo a intervalos regulares (250 ml cada 15 minutos o 500 ml cada 30 minutos). Si el ejercicio dura menos de una hora, el agua es la mejor opción; si el tiempo es mayor, puede usar bebidas hidratantes, diluidas. No beba líquidos helados.

Exceso y sobrecarga El sobreesfuerzo por ejercicios pesados y prolongados impide que se preste atención a la técnica de la actividad e incrementa el riesgo de lesiones y dolor. Diseñe un plan progresivo que empiece con cargas pequeñas, por corto tiempo, y con ejercicios fáciles de hacer. Aumente en la medida que el cuerpo se lo vaya exigiendo.

Sudar por sudar Hay quienes creen, sin razón, que sudar más ayuda a bajar de peso, por lo que se ponen mucha ropa o se 'forran' con bolsas. Lo único que se logra es aumentar la deshidratación y disminuir el rendimiento. No utilice más prendas de las que se necesita.

Beber tragos grandes de agua Beber agua antes, durante y después del ejercicio es fundamental para mantener el cuerpo hidratado. Se recomienda beber entre 29 y 177 cm cúbicos de agua cada 15-20 minutos, no todo al mismo tiempo. Beber tragos de mucha agua de una sola vez puede causar dolores estomacales, sin olvidarnos que beber más agua de lo normal puede llegar a intoxicarte; el exceso de hidratación conduce a bajos niveles de sodio en el organismo, lo que puede traer mareos, calambres y dificultad para hablar.

Distribuye tu botella de agua de manera de beber poco pero cada menos frecuencia en vez de beber varios cm cúbicos de una sola vez mientras haces ejercicio.

NO TE DEJES IMPRESIONAR!!!: No te dejes impresionar por los demás que, en el gimnasio, hacen los ejercicios mejor que tú, o por las que tienen los muslos súper firmes, Tampoco te deprimas porque otra más ya ha alcanzado un alto nivel de condición física y tú no lo has logrado aún, Concéntrate en tus capacidades y opta por aquellos ejercicios que estén de acuerdo con lo que realmente puedes hacer.

Moverse con brusquedad: Nunca debes realizar movimientos bruscos cuando hagas ejercicios con pesas, pues puedes lesionarte. La espalda es especialmente vulnerable a sufrir lesiones cuando el cuerpo se ve obligado a soportar demasiado peso. Utiliza pesas que puedas controlar y haz tus ejercicios correctamente para obtener los mejores resultados. Cuando seas capaz de controlar bien las pesas más ligeras, empieza a aumentar el peso gradualmente.

Olvidar la buena postura.: La buena postura es esencial no solamente para evitar las lesiones, sino también para obtener el máximo provecho de determinados tipos de ejercicio. Por ejemplo, es esencial mantener la postura correcta al utilizar la máquina de subir escaleras ( Stairsteppero Stairmaster), muy común en los gimnasios, pues si te apoyas mucho en las agarraderas tus muñecas y espalda recibirán demasiada presión. Disminuye la intensidad de la máquina hasta que puedas realizar el movimiento con la espalda recta y las manos apoyadas levemente en las agarraderas. 

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